Para nadie es un secreto el impacto que ha tenido el Covid 19 en los artistas a nivel mundial; hemos visto como se han cancelado giras, conciertos, festivales y grabaciones, las consecuencias de esta situación han sido nefastas, más cuando ya se sabe que la actividad musical será uno de los últimos sectores en reactivarse de manera presencial, sin embargo, el sector busca la forma de seguir produciendo música. Las redes sociales juegan un papel importante durante estos tiempos, estas han sido utilizadas como plataforma de divulgación de sus productos musicales. Por medio de las redes sociales se ha evidenciado un sinnúmero de vídeos hechos desde casa por los músicos, algunos muy desafiantes en términos de producción y otros muy básicos. Los formatos musicales varían: se puede encontrar música solista, de cámara, gran cámara y hasta coral y orquestal.
Ciertamente, estos tiempos han generado una gran modificación en la forma en que se venía manejando la industria musical. Algunos artistas de talla internacional incluso han sacado álbumes musicales (a la de Dios), otros decidieron aplazar los lanzamientos para después de esta crisis. Lo cierto es que la producción musical ha aumentado notablemente en modo virtual. Lógicamente, y como en cualquier situación, hay ventajas y desventajas. Dentro de las ventajas se destaca el aumento de público y de seguidores en las redes sociales; los productos musicales tienen un mayor alcance en términos de vistas o visitas y lógicamente los conciertos que antes se hacían de manera presencial, ahora son virtuales y con productos ya no efímeros. Finalmente esta re-configuración favorece al artista en términos de proyección y producción. Pero también hay desventajas, y quizás una de las mayores desventajas que trae la re-configuración de la industria musical en estos tiempos, está relacionada con la desarticulación artística y gremial, en un momento en que todos están desunidos y evidentemente cada quien va como caballo cochero por su lado, tratando de crear y crear. En este afán, muchos artistas no tienen en cuenta el contenido ni la calidad, se trata aquí de salir a las redes sociales casi semanalmente con lo primero que se les venga a la cabeza: ¿Mozart o Bach? Por Dios. Se necesita asesoría y preparación, quien tenga un productor musical probablemente no caiga en tantos errores, pero, ¿y quienes no lo tienen?, el talento y la intuición jugará un papel importante al azar, pero la técnica es más precisa y segura, da garantías. Qué bueno sería que desde las alcaldías se generaran ciclos de talleres virtuales ofrecidos para los artistas, con el fin de dotarlos de herramientas y conocimientos esenciales para la producción musical, más en estos tiempos donde la situación se ha vuelto tan compleja y el propósito para salir adelante es “reinventarse” la forma de hacer el oficio. Pero para que esto suceda, queridos colegas musicales, se va a necesitar que haya mucha presión y, mientras no estemos unidos como gremio o sector, esto jamás sucederá. El sector público que es nuestro máximo padrino ahora mismo, ha demostrado que son totalmente autónomos en la toma de decisiones, aun en los temas que no conocen.
En estos tiempos, hemos sentido lo importante que seria contar con un equipo que velara por todos los artistas, a pesar de que en Colombia existen varios sindicatos de música y asociaciones musicales -prácticamente a razón de un ente por cada género-, aún no ha sido posible contar con una articulación gremial que permita nombrar una junta directiva, que defienda nuestros intereses como artistas ante los gobiernos locales, departamentales y nacional.
Lo más preocupante de la música en los tiempos del Covid 19, es el malestar económico por el que atraviesa la mayoría de los artistas de esta corriente del arte. En redes sociales, lo que más se puede ver es a los artistas famosos o de la farándula haciendo música a su mejor estilo, sea buena o mala música, pero siguen haciéndolo, ojo, la persistencia es un factor clave para el éxito. El caso de los artistas no famosos es el que realmente preocupa: estos artistas no viven de sus álbumes musicales, de regalías, ni de sus giras, porque no las tienen, ya que el artista común sobrevive de los bares, de las discotecas, de las fiestas y conciertos musicales organizados con frecuencia por ellos mismos, algunas veces con el apoyo de las licoreras nacionales y de las emisoras radiales de la banda AM. Esta situación preocupa, porque la mayoría de ellos está pasando hambre y necesidades lamentables y, de acuerdo con la situación actual del Covid 19, el sector cultural y específicamente el de los músicos será el último en reactivarse por razones obvias que todos ya conocemos. Algunos artistas han optado por “reinventarse” la forma de producir y generar ingresos a través de la redes sociales pero -seamos sinceros- eso claramente aventaja más a los artistas famosos que a los locales o del común, ya que la gente no quiere pagar boletas virtuales para conciertos virtuales, prefiriendo poner plataformas establecidas como YouTube. Cuando por fin el artista local logra hacer su concierto virtual, el recaudo económico no es muy grande, a menos que sea Elder Dayán, quien logró recaudar un poco más de 70 millones de pesos (dinero aportado por patrocinadores y seguidores de corazón que compraron la boleta virtual), o cualquiera de estos famosos de la farándula musical. De acuerdo con toda la situación planteada anteriormente, surge la siguiente pregunta: ¿Cómo están haciendo los artistas que no tienen sueldo y ningún respaldo económico en estos tiempos del Covid 19?
Vale la pena mencionar también que no todos los artistas famosos tienen una situación económica solvente en estos tiempos: conozco testimonios de muchos de ellos que manifiestan sentirse incluso quebrados y endeudados, quizás por el costo de vida que llevaban o quizás porque nunca hubo un ahorro que les permitiera sostenerse económicamente en estas circunstancias. Lo cierto es que el Covid 19 ha perjudicado a millones de artistas en todo el mundo.
Se preguntarán qué ha hecho el Gobierno Nacional para ayudar o para mitigar esta situación por la que pasan los artistas; pues bien, la respuesta es que ha dado directrices al Ministerio de Cultura para que este también dé directrices a las alcaldías y gobernaciones de la nación, con el propósito de que estas les brinden un apoyo económico a los artistas. Pero, ¿cómo es eso del apoyo económico o cómo funciona?
Los recursos han sido distribuidos de dos formas (en algunas ciudades y departamentos aún ni eso), a través de bolsas de estímulos realizadas por convocatoria pública y a través de un proceso de selección con la aplicación de un filtro que permita llegar a los artistas en mayor estado de vulnerabilidad económica. Este proceso ha sido desarrollado en articulación con alcaldías, gobernaciones y el Ministerio de Cultura. Sin embargo, en algunos casos las convocatorias a nivel nacional no han sido justas y tristemente la selección a través de filtro que hace el Ministerio de Cultura, no es suficiente para llegar a todo el sector artístico-musical de un departamento. Recordemos que la mayoría de los músicos vive de sus presentaciones musicales, los pocos que tienen empleos fijos y están generando honorarios económicos, aunque sea desde casa, son los docentes de música de las distintas universidades y colegios de la nación. Se desconoce cómo están sobreviviendo y manteniendo a sus familias el resto de artistas de la escena musical que solo vive de su arte.
Para concluir este espacio de opinión personal acerca del tema propuesto en el encabezado, invito a todos los artistas a la articulación gremial: solo unidos podrán lograr un cambio, incluso en estos tiempos. Aprovecho para felicitar a los servidores del sector público que han tenido la positiva y tan anhelada voluntad, disposición y ganas, para ayudar a los artistas en esta situación (incluso apoyándolos en sus redes sociales personales) y en otros temas relacionados con el arte y la cultura. Reitero mi total desprecio a todos los servidores públicos que, teniendo en sus manos la posibilidad de organizar, ajustar y ayudar a todo un sector, no lo hacen por la enormidad de su ego y por la terca necedad que reposa en lo más profundo de sus cerebros.
Luis Jerez Zurita
Magíster en Composición Musical
Comments